¿ Cómo introducir la meditación en el día a día?

30.03.2024

No es necesario retirarse para meditar. Se puede llevar regularmente una atención tranquila al instante presente.

El monje budista vietnamita Thich Nhat Hanh, uno de los maestros más respetados en Occidente, lleva el mindfulness a la vida cotidiana a través de ejercicios de atención plena a las sensaciones.

"El cuerpo es la mejor herramienta para permanecer con atención plena, porque es lo único que habita el presente. La mente vaga pero el cuerpo es un ancla para volver", comenta la psicóloga Constanza González.

Fuente : https://www.cuerpomente.com/salud-natural/efectos-meditacion-cerebro_6295


Estos son algunos ejercicios que puedes probar:

  • Cerrar los ojos. Un ejercicio que se puede hacer en casa o en el trabajo es, durante breves momentos del día, cerrar los ojos en una posición cómoda y preguntarse: ¿Cómo estoy? ¿Qué estoy sintiendo en este momento? Hay que responder a partir de las sensaciones. Se realiza un escáner de cómo está el cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza. ¿Qué se siente? ¿Dolor? ¿Entumecimiento? ¿Placer?
  • Respirar. Otra práctica es concentrarse en la respiración. Tumbado o sentado cómodamente, con los ojos cerrados, se coloca una mano en el abdomen y se lleva la atención a cómo el aire entra y sale de la nariz. Si te distraes, una forma de llevar la mente hacia el ejercicio es contar respiraciones en ciclos, por ejemplo del 1 al 10 y del 10 al 1. a
  • Al comer. También se pueden practicar pequeñas meditaciones informales cuando se está comiendo. Al desayunar, concentrarse en sentir la tostada, su olor, textura, cómo va cambiando cuando nos la metemos en la boca, al desmigajarse, al ablandarse… Lavar los platos o cepillarse los dientes ofrecen asimismo buenas oportunidades para meditar. Se trata de estar presente cuando se realizan esas acciones, sin pensar qué se va a hacer luego o qué pasó durante el día. Si aparecen pensamientos, se echan con suavidad.

James Low, un psicoterapeuta experto en meditación y budismo, propone llevar la meditación a términos sencillos. Por ejemplo: se nos estropea la caldera de la calefacción y llamamos a un técnico que nos dice que tardará una hora en llegar y que, mientras tanto, desconectemos el aparato para que se enfríe. La meditación, recoge Low, es esa hora de enfriar. Meditar cuesta mucho, porque a la mente le gusta la distracción.

Pero la podemos guiar. "Podemos amistarnos con ella, crear otro tipo de relación que no sea ni la de dejarse llevar ni tampoco la de intentar controlarla. Se trata de abrir más campo para ver cómo funciona y cómo vamos a responder a cada situación de la vida", dice la psicóloga Constanza González.