Asertividad

11.04.2025
La asertividad es una habilidad social y comunicativa que permite expresar pensamientos, emociones, deseos y necesidades de manera clara, directa y respetuosa, sin agredir ni someterse a los demás. Es el punto de equilibrio entre la pasividad —donde se priorizan las necesidades ajenas por encima de las propias— y la agresividad —donde se imponen los propios intereses sin considerar al otro—.

Una persona asertiva sabe decir "no" sin culpa, hacer y recibir críticas de forma constructiva, defender sus derechos sin temor, y establecer límites saludables en sus relaciones. Esta actitud favorece la autoestima, mejora la calidad de los vínculos interpersonales y reduce el estrés, al permitir una comunicación auténtica y coherente con uno mismo.

Ser asertivo no implica tener siempre la razón o conseguir lo que se quiere, sino sostener con firmeza y respeto la propia posición, validando también la del otro. Como toda habilidad, puede desarrollarse con práctica, autoconocimiento y entrenamiento en inteligencia emocional.

 ¿Sabías que hay diferentes tipos de asertividad?

Ser asertivo no es solo saber decir “no”. Hay varias formas de ejercer esta habilidad, según lo que necesites comunicar:


Asertividad básica :

Es la forma más directa y simple. Implica expresar una idea, deseo o emoción de forma clara y respetuosa.

“Prefiero no ir hoy, necesito descansar.”


Asertividad empática :

Incluye la validación del otro antes de expresar tu punto de vista.

“Entiendo que estés molesto, pero no estoy de acuerdo con lo que decís.”

 Asertividad escalada :

Se usa cuando tu primer intento no fue respetado. Aumentás gradualmente la firmeza en tu mensaje.

"Ya te dije que no quiero hablar de esto ahora. Si insistís, voy a tener que irme".


Asertividad confrontativa :

Sirve para resolver contradicciones o abordar comportamientos poco claros.

"Acordamos que llegarías a tiempo, y ya van varias veces que llegarías tarde. ¿Podemos hablarlo?"

La asertividad no es un solo recurso, sino una forma consciente de habitar tu voz.

¿Cuál de estos tipos usamos más? ¿Cuál te cuesta más poner en práctica?