La importancia del sueño

02.04.2024

Al contrario de lo que pueda parecer, el sueño no es un fenómeno pasivo, es necesaria la activación de diversas áreas cerebrales (predominantemente localizadas en diencéfalo y el troncoencéfalo) para que se produzca un sueño normal.

Las principales características de las diferentes fases del sueño son (Tirapu, 2012):

  • Fase I (Sueño superficial): Se perciben la mayoría de los estímulos que suceden a nuestro alrededor. Este sueño es poco o nada reparador. El tono muscular está disminuido y aparecen movimientos oculares lentos.
  • Fase II (Sueño superficial): Se produce un bloqueo de los inputs sensoriales en el tálamo, por lo que hay una desconexión del entorno. Es parcialmente reparador, pero no es suficiente para descansar completamente. El tono muscular es menor que en la fase I y desaparecen los movimientos oculares.
  • Fase III (Sueño profundo): El bloqueo sensorial se intensifica, hay mayor profundidad de sueño. Si la persona se despierta en esta fase se encontraría confusa y desorientada. El tono muscular está más reducido y tampoco hay movimientos oculares.
  • Fase IV (Sueño profundo): Mayor profundidad del sueño. Es esencial para la restauración física y psíquica. Es la fase en la que se manifiestan algunas alteraciones como el sonambulismo o los terrores nocturnos.
  • Fase REM: Es la fase en la que tenemos los sueños que se presentan en forma de narración. La actividad eléctrica cerebral es rápida. El tono muscular es nulo (para impedir que representemos lo que soñamos). Las alteraciones más típicas en esta fase son las pesadillas y la parálisis del sueño.

 
Soñar 

Soñar es una actividad mental que se caracteriza por una imaginación sensomotora vívida que se experimenta como si fuese la realidad despierta, se dan características emocionales y experienciales como en el estado de vigilia, aunque suelen ser menos intensas, por lo que tienden a desaparecer rápidamente normalmente.

Los sueños no suelen tener coherencia entre el tiempo, los lugares, las personas, pero el cerebro genera una historia que trata de tener cierta narrativa más lógica para nosotros.

El sueño actúa sobre la estructura emocional ayudando a aprender a gestionar emociones aunque el sueño no sea coherente en sí, por eso aparecen emociones como la tristeza, la ira, el miedo, la frustración, etc…

Las famosas interpretaciónes

En todas las culturas se ha intentado hacer una interpretación de los sueños, incluso hay algunas culturas en la que los sueños de los chamanes o lideres, guiaban la dirección o la toma de decisiones de la tribu.

A principios del siglo XX el psicólogo padre del psicoanálisis Sigmund Freud, comienza a estudiar a nivel psicológico la influencia de los sueños en la psique humana.

Según el propio Freud, los sueños son deseos reprimidos que surgen en momentos en que baja la autocensura.

Las teorias o interpretación más actuales intentan explicar que los sueños tienen como función entrenar al cerebro para diferentes situaciones que pueden ocurrir en la vigilia.

El sueño puede funcionar como:

  • Simulador de amenazas, ésto es que nos prepara a través de diferentes amenazas para que estemos más predispuestos a reaccionar de una manera adecuada.
  • Consolidador de la memoria, es decir que sirve como gestor de los recuerdos e imágenes vivídas.
  • Reductor del miedo, enfrentándonos a situaciones reales que pueden causarnos miedo o preocupación en la vida real a través de una exposición imaginada.

Parece que existen también ciertos "sueños evolutivos" que se repiten en todos los seres humanos, como la sensación de caida, soñar con la caida de dientes, volar, etc.

La importancia del sueño en el desarrollo neuropsicológico:


El sueño es una parte vital del proceso de desarrollo y aprendizaje en los niños. Durante el sueño, el cerebro lleva a cabo funciones críticas, como consolidar la memoria, regular las emociones y permitir el descanso y la recuperación del cuerpo. Estos procesos son fundamentales para el rendimiento neuropsicológico de los niños, ya que afectan su capacidad de atención, memoria, resolución de problemas y regulación emocional.

¿Qué pasa si un niño no duerme lo suficiente?
La falta de sueño adecuado puede tener consecuencias negativas en el rendimiento neuropsicológico de los niños.

Deterioro cognitivo: La privación del sueño puede afectar la atención, el razonamiento, la memoria y la capacidad para resolver problemas. Los niños pueden mostrar dificultades para concentrarse en la escuela, aprender y retener nueva información.

Problemas emocionales y de conducta: El sueño insuficiente está asociado con un mayor riesgo de problemas emocionales, como la irritabilidad, la ansiedad y la depresión. Además, los niños que no duermen lo suficiente pueden presentar cambios en su comportamiento, como hiperactividad, impulsividad y dificultades en el control de los impulsos.

Disminución del rendimiento académico: El sueño deficiente puede interferir con el desempeño académico de los niños. La falta de sueño puede dificultar el procesamiento de la información, el aprendizaje y la retención de conocimientos, lo que se traduce en resultados académicos más bajos.

Fuentes: 

https://barreiropsicologia.com/blog/que-es-el-sueno-y-porque-sonamos/

https://www.neuropsicologueando.com/blog-de-neuropsicologia/trastornos-del-sueno-y-neuropsicologia/

 https://www.alcanzapsicologia.es/noticias/como-influye-el-sueno-en-el-rendimiento-neuropsicologico-de-los-ninos/