Mindfulness

MINDFULNESS: AQUÍ Y AHORA
El mindfulness o conciencia plena es una de las mejores herramientas de meditación para el día a día. Ha demostrado ser muy útil para manejar el dolor y el estrés. Se desarrolló en los años 80, en el centro médico de la Universidad de Massachusetts y desde entonces se ha convertido en un referente en psicología y medicina por su forma holística de tratar la mente y el cuerpo.
"Se trata de una intervención psicoeducativa, que tiene como objetivo reducir el malestar psicológico –asegura Andrés Martín–. Se centra en las interacciones entre mente, cuerpo y comportamiento, y en la forma en que los factores sociales, mentales, espirituales, emocionales y de comportamiento afectan a la salud». Este tipo de meditación no es otra cosa que una forma de prestar atención a lo que está ocurriendo, de conectar con el presente, suspendiendo los juicios de la razón.
"Lo que de verdad importa no pasa cuando meditas, sino después, cuando vuelves y comienzas a resolver cosas –puntualiza la psicóloga Constanza González –. Se trata de detenerse para poder actuar y no continuar con la misma inercia que hace sufrir. Es tomarse el tiempo para abrir nuevos espacios y decidir actuar en lugar de reaccionar".
Se pueden incorporar ejercicios de meditación en la cotidianidad: desde practicar la conciencia plena al lavar los platos hasta hacerlo cuando se come"
A la hora de llevar la meditación a nuestros actos cotidianos, se trata de prestar atención a las sensaciones o concentrarse en la respiración durante al menos cinco minutos, sin intentar actuar sobre ella y sin dejar que la mente se vaya al pasado o el futuro.
"Con cada respiración notamos que estamos vivos –señala Andrés Martín–. Y eso es muy importante porque nos genera calma y tranquilidad. Nos aporta cierto descanso. Uno le deja de dar vueltas a aquello que le preocupa y presta atención solo a la respiración, que no tiene carga emocional".
Y ese ejercicio tan simple es capaz también de potenciar la creatividad; cuando nos obcecamos con algo, somos incapaces de adoptar otro punto de vista. La meditación permite abrir el espacio necesario para ver con claridad. Asimismo, la capacidad de empatía se ve beneficiada, puesto que cuando somos capaces de calmar la mente, estamos más en contacto con nosotros mismos y con el otro.
"Desde esa conexión con mi sufrimiento puedo conectar con el sufrimiento de los otros", señala Andrés Martín, quien llevó a cabo un estudio con 84 profesionales del ámbito de la salud en Barcelona en el que demostró cómo la meditación puede aumentar la empatía. Tras un año de entrenamiento en mindfulness, médicos y enfermeros se sentían menos irascibles y ansiosos, redujeron su estrés y, sobre todo, aumentaron sus sentimientos de empatía y compasión, esenciales en su trabajo.
Fuente: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/efectos-meditacion-cerebro_6295